BIO
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Cristina Ochoa

Cristina Ochoa es artista colombiana, residente en México desde hace una década. Estudió Arquitectura y Artes Visuales en la Universidad Javeriana y en la Universidad Nacional de Colombia. Fue parte de la primera generación del programa educativo de SOMA, México. Cuenta con una trayectoria de mas de quince años de producción constante, exhibiendo su trabajo en instituciones internacionales, museos, galerías, centros culturales y espacios autogestivos, como el Salón Nacional de Artistas en Colombia (2010), Ex Teresa Arte Actual (2011), Arte Ocupa Brasil (2013), MAZ Museo de Arte de Zapopan (2015), en la residencia BAR Project SOMA (2016), Residencia Art project en Playa del Carmen, y Residencia virtual en Laboratorio Arte Alameda (2021), Museo de arte Carrillo Gil (2021), Museo Anahuacalli (2021), Festival Sound Plus (2021), Museo Jumex (2022), Sfer ik Art en  Tulum (2022), entre otros.

Karina Aguilera

Karina Aguilera Skvirsky es una artista multidisciplinar que trabaja principalmente con fotografía, video y performance. Actualmente es Profesora Asociada de Arte en Lafayette College, Easton, PA. De manera regular trabaja en exposiciones individuales y colectivas, ha participado en bienales como en la de Cuenca, comisariada por Dan Cameron (2016) o en la de São Paulo (2010). Ha sido beneficiaria de numerosas residencias y becas. Actualmente está produciendo"Cómo construir un muro y otras ruinas" gracias a la beca obtenida en 2019 por parte de Creative Capital. Su obra se puede ver en ferias como, ARCO Madrid, NADA Miami o PArc Lima, a donde acude regularmente con las galerías que la representan. Su obra forma parte de importantes colecciones como la Urbes Mutantes, el Whitney Museum of American Art, el SFMOMA el Art Institute of Chicago, así como numerosas colecciones privadas

Desde hace varios años, Cristina Ochoa (Bogotá, Colombia, 1976; vive y trabaja entre la Ciudad de México y Pereira, Colombia) ha dedicado buena parte de su práctica al proyecto Pharmakon, el cual investiga las maneras en las que nos relacionamos con diversas sustancias y estimulantes naturales, muchos de los cuales tienen usos curativos y estatus sagrado para diversas  comunidades.

En este contexto, la artista ha realizado investigaciones profundas sobre la flora de zonas concretas de América Latina, registros botánicos de libros históricos y textos sagrados, germobancos y colecciones botánicas en instituciones académicas, así como de las mismas plantas que crecen en contextos urbanos y que, aunque tienen este tipo de propiedades, pasan desapercibidas para la mayoría de las personas. A través de piezas en diversos soportes —que van desde el dibujo y la pintura hasta el video, talleres y acciones performativas—, Ochoa busca difundir el conocimiento sobre estas plantas, sus propiedades médicas, sociales y ceremoniales, con vistas a que repensemos nuestra relación con ellas.

Para The Backroom, la artista presenta un oráculo realizado con semillas de maíz y colorín, el cual tiene como puntos de partida técnicas de divinación ancestrales mayas, mezcladas con el tipo de oráculos que existen en internet y que tienen una frecuencia de uso mucho mayor. De esta manera, más allá de solo mostrar material de archivo o de crear una nueva pieza, la artista mezcla y resignifica dos referencias que pertenecen a distintos registros culturales pero que han sido, de igual manera, esenciales para su trabajo.

Al mismo tiempo, Ochoa muestra fotografías de cápsulas de semillas que realizó recientemente durante una residencia en Tulum, y que posteriormente enterró como parte de una ceremonia de consagración de la semilla, realizada por un anciano sacerdote maya. Las fotografías de estas cápsulas funcionan como punto de partida para un germobanco visual y personal que la artista desarrollará durante meses siguientes en esta misma plataforma: a medida que las semillas vayan germinando, Ochoa agregará más documentos e información que den cuenta de este proceso que, a la par de un crecimiento natural, implica un desarrollo de muchos formatos de información, desde genética hasta cultural, social y espiritual.

Cápsulas de semillas

Son una serie de piezas en cerámica que contienen semillas para ser enterradas bajo tierra. Haciendo referencia a las cápsulas del tiempo de Andy Warhol. Estas cápsulas son dispositivos de memoria e información naturales, en semillas, que guardan el ADN, el pasado biológico, así como futuros posibles. Estos dispositivos permiten preservar semillas que están a punto de desaparecer.

Las primeras cápsulas de semillas fueron parte de un ejercicio realizado en noviembre de 2021 en la Universidad del Quindío, en Colombia, como parte del seminario La montaña del sur. Durante ese taller con estudiantes de arte, se reconocieron semillas transgénicas y nativas, y se enterró un paquete con semillas, descripciones, y lo que los participantes quisieron compartir. Esta cápsula será abierta los primeros días de Noviembre de 2022.

Las segundas cápsulas, realizadas en colaboración con el taller de cerámica en Azulik Tulum, para una muestra en SFER IK Museion, fueron cuatro contenedores dobles que albergan diferentes tipos de semillas. Entre ellas se encuentran las de la milpa, o supervivencia humana, con granos de maíz de los cuatro rumbos, aparte de ibes, ayocotes, y calabaza. Fue enterrada, como parte de una ceremonia de consagración de la semilla, realizada por Don Valerio Canché Yax, Presidente de la asociación de ancianos y sacerdotes mayas. Esta ceremonia se puede ver en el video Oráculo de semillas.

Las otras  cápsulas están compuestas por las semillas de la vida del bosque maya —ramón, tepezcohuite, yarimo, siricote— y las sagradas —ceiba, maíz, ololiuhquis—.

Las Cápsulas de semillas se seguirán enterrando en los lugares donde sea posible y pertinente, con el propósito de salvaguardar la memoria biológica vegetal, en una lucha por la soberanía alimentaria y farmacéutica. Con ello, se crearán bancos particulares de semillas (germobancos), así como conciencia sobre la importancia y el derecho a sembrar para, en última instancia, proteger las semillas no alteradas genéticamente.

Psicotrópical Cristina Ochoa, curaduría Marcello Dantas Sferik. Tulum 2022

El cacao moneda de los dioses

El pueblo olmeca sería el primero en cultivar y preparar el cacao en forma de bebida alrededor del año 1500 a.C., y la cultura del cacao se extendería a las culturas maya y mexica Alrededor del año 600 d.C., los mexicas preparaban un brebaje amargo y concentrado llamado techocolat, cuyo consumo estaba reservado exclusivamente al emperador, a los nobles y a los guerreros.

Según Carlos Linneo, padre de la taxonomía moderna, el cacao pertenece al género Theobroma, en griego: alimento de los dioses.

Quetzalcóatl le dio a los toltecas el árbol del cacao, del paraíso donde vivían los dioses, y lo plantó en Tula. Con la ayuda de Tláloc, dios de la lluvia, y de Xochiquetzal, la planta creció y se propagó, así el pueblo tolteca fue próspero. Los dioses quisieron vengar esta afrenta y Tezcatlipoca, mago negro y señor de las tinieblas, engañó a Quetzalcóatl para que se emborrachara con pulque y se avergonzara delante de su pueblo. Por esto, consiguió desterrarlo y asesinar a su esposa. Quetzacóatl fue a su casa en el oriente, en Tabasco dejaría las últimas semillas de cacao. Antes juró regresar, así, cuando llegó Hernán Cortes, los toltecas creyeron que era él y le regalaron oro y cacao.

En la mitología maya, el cacao es vinculado con Ek-Chuah, Dios del comercio y patrón del cacao. Los comerciantes y dueños del cacao celebraban festividades en su honor, que transcurrían durante el Muwan en el calendario Maya.Los mayas al igual que los aztecas y zapotecos lo utilizaron como moneda. En Tenochtitlán,  Moctezuma  contaba con una fortuna de cien millones de almendras de cacao.

El cacao se consume hasta ahora en rituales dedicados a la prosperidad y fertilidad, en las culturas mesoamericanas, su fruto se usa como símbolo de riqueza.

El cacao medicinalmente es valorado por sus propiedades como estimulante del sistema nervioso, ser fuente de energía, producir calor y efusividad, por su contenido de teobromina. Se usa para prevenir y tratar el cáncer, rico en antioxidantes previenen el envejecimiento de la piel, ayuda a la hipertensión, pues es vasodilatador previniendo las afecciones cardiacas y circulatorias.  Ayuda a mejorar la memoria y la capacidad de aprendizaje pues genera nuevas conexiones neuronales y activa las células cerebrales, los flavonoides del cacao, previenen el desgaste de las neuronas y favorece su funcionamiento. Regula los niveles de azúcar en la sangre, el colesterol y alivia  los problemas renales.

Dirección Cristina Ochoa es Producido por Roth Produccións en Azulik, Para Sfer ik Museion curaduría Marcello Dantas 2022