El hecho de que Rufino Tamayo se asumiera como indígena constituye un punto culminante de su ser, ya que, para empezar, refleja una toma de posición social marginal, pero también un sentir espiritual diferente. El gesto, la huella de cada quien, precisa un poco nuestra experiencia interior. Si esto es así, muchas de las ideas pictóricas de Tamayo señalan un recorrido subyacente más acorde con la exploración de una identidad cosmogónica cercana a las maneras orientales e indígenas de percibir el mundo que a un discurso racional y egocéntrico al modo occidental.

El 29 de mayo de 1981 el Museo Tamayo abrió sus puertas al público, albergando la colección que Rufino Tamayo legó al pueblo de México y que él y Olga su esposa, se habían esmerado en conformar con obras de aquellos artistas a quiénes consideraban como lo más representativo del arte contemporáneo internacional.

Con motivo del aniversario número 41 del museo y en relación con la exposición actual Una cierta idea de Tamayo, invitamos a la investigadora Ingrid Suckaer, autora de la biografía Rufino Tamayo. Aproximaciones (2000), a abordar la obra de Tamayo desde su relación con su herencia indígena.

INGRID SUCKAER es periodista cultural, ensayista, crítica, curadora e investigadora de arte moderno y contemporáneo de México. Tiene estudios en Ciencias de la Comunicación. Es autora de la biografía Rufino Tamayo. Aproximaciones (2000), obra integrada al acervo de diversas bibliotecas públicas de México y del extranjero. Producto de una beca del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) escribió el ensayo Erotismo de primera mano. Artes plásticas y visuales en México (siglos XX-XXI), publicado en 2011; en 2016 publicó Posmodernidad. Del desencanto a la exigencia de un arte ético. Ambos libros fueron calificados por el escritor y crítico literario Sergio González Rodríguez entre los mejores ensayos publicados en México en 2011 y 2016.

En la actualidad, Suckaer prepara para su publicación el resultado de su proyecto "Testigos de la Memoria. Un acercamiento al arte social en México" con el que en la especialidad de Ensayo el Sistema Nacional de Creadores de Arte (SNCA / emisión 2017) del FONCA le otorgó una beca.

En el año 2013 Ingrid Suckaer se hizo acreedora a una beca del SNCA en el área de Ensayo, lo que le permitió realizar una investigación acerca del arte indígena contemporáneo en América Latina. En 2017 publicó el estudio Arte Indígena Contemporáneo. Dignidad de la memoria y apertura de cánones, que incluye a veinte artistas de seis países y se presentó en el Museo Tamayo Arte Contemporáneo. En esta obra de difusión, entre otros aspectos, la autora reflexiona acerca de cómo los artistas indígenas contribuyen con su obra en la reconstrucción del tejido social de sus comunidades, afectadas por la constante resistencia cultural en que viven.

Como extensión de lo anterior y convencida de la importancia de indigenizar los espacios reservados al arte y la cultura, Ingrid Suckaer curó tres exposiciones individuales (2018, 2017, 2015, respetivamente) para el Festival Internacional Cervantino en las que, entre otros aspectos, puso de manifiesto la urgencia ética de reflexionar sobre una serie de prácticas neo coloniales e incluso racistas que frenan el desarrollo de los artistas indígenas contemporáneos y los somete a un discurso que no acentúa su herencia filosófica, moral, social y espiritual. Como reflejo de lo anterior, en dichas curadurías Suckaer subrayó la predisposición de algunos curadores de arte contemporáneo a eliminar el lugar de origen de los artistas indígenas, una categoría que para los pueblos originarios es trascendente de principio a fin.

Además de tener extensa trayectoria como conferencista, sus escritos han sido editados en libros, catálogos, revistas, suplementos y secciones culturales de México y otros países. Ha curado y coordinado más de sesenta exposiciones de arte moderno y contemporáneo de México; cuatro de sus proyectos se han presentado a nivel internacional.

De junio 1999 a junio 2004, Suckaer fue jefa del Departamento de Curaduría del Museo de la SHCP, Antiguo Palacio del Arzobispado, Ciudad de México. Con miras a profesionalizar a los equipos de curaduría, museografía y servicios educativos, en aquel periodo fundó y dirigió al interior del museo el Seminario de Análisis del Discurso Plástico y Visual, mediante el cual se revisó y analizó el acervo de las colecciones Acervo Patrimonial y Pago en Especie (hasta entonces integrada por más de cuatro mil obras); además, de manera sistemática en el seminario se estudió la oferta de exposiciones relevantes que acontecían en el país e internacionalmente. En 1999 - 2000, Suckaer fue la coordinadora curatorial de Artistes mexicains. Quand les impôts deviennent un régal pour l’esprit. Collection des biens patrimoniaux et du paienent en nature, muestra organizada para el Centro Cultural de México en París, 2000. Esa fue la primera vez en que una selección de las obras representativas de la Colección Pago en Especie, perteneciente al programa del mismo nombre de la SHCP, se exhibió fuera de México.

Ingrid Suckaer también es autora del libro Sólo un guiño. Escultura mexicana en cerámica (1998).