Rufino Tamayo supo generar un equilibrio en su carrera profesional que le permitió ahondar en temas como la identidad sin caer en lo superficial sino viajando a la esencia de sus temáticas, aprendió de las estéticas indígenas pero las renovó desde una posición moderna y vanguardista. Así, sus instituciones también fueron reflejo de sus posiciones artísticas, donde confluían las discusiones del arte contemporáneo, puesto que además tuvo relación con Duchamp y con Henry Moore. El trabajo de Picasso lo influyó poderosamente, también los artesanos anónimos, Bacon y el arte Pop. Por lo menos eso refleja su colección, pero además señala su deseo de educar las miradas de sus contemporáneos y de las generaciones venideras. El subrayar que su Museo de arte Prehispánico era de arte y no arqueológico, ponía a los creadores antiguos al tú por tú con Warhol, Mérida, Nogucchi, Francisco Toledo, David Smith o Roberto Matta. Tamayo fue el artista internacional por excelencia, su fama y éxito eran absolutos, pintó para la UNESCO y para la ONU piezas muy relevantes, en ellas, otra vez regresó a lo esencial poniendo el fuego como temática, pero además haciendo suyo el mito esencial de Prometeo, con lo cual subrayó el carácter universal de la cultura, pues pudo tomar algún mito mesoamericano. Años después estuvo en el Guguenheim de Nueva York con una gran retrospectiva, regresar a su diálogo con el arte precolombino, ponerlo a la par que sus obras en el caracol de Frank Loyd Whrigt y hacer de la exposición uno de sus manifiestos estéticos.

En esta conferencia, el escritor y crítico de arte Fernando Gálvez, reflexionará acerca de cómo ese juego de equilibrios hizo que Tamayo viera y pensara el arte de forma distinta a su generación y más afín a las nuevas generaciones. Su arte y sus ideas abrieron paso a los jóvenes que luego serían aglutinados bajo el sello de la llamada Ruptura. Inclusive esas diferencias que tenía con algunos jóvenes, fueron parte importante de la conformación de una libertad estética de la que fue un paladín incuestionable.

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Fernando Gálvez de Aguinaga (1971) es escritor, periodista, curador y crítico de arte. En 1995 obtuvo una beca del Centro Mexicano de Escritores para realizar un grupo de ensayos en torno al arte Oaxaqueño, donde destacaban sus textos sobre Tamayo y Toledo. En 1999 gana el Premio Nacional para Crítica de Arte Luis Cardoza y Aragón convocado por el INBA con ese libro de ensayos sobre artistas Oaxaqueños como Tamayo, Toledo, Nieto, Alejandro Santiago, Demián Flores. En 1999 recibe la beca de FONCA para realizar el libro, Francisco Toledo: Un guardián de las Metamorfosis que permanece inédito. Fue director y curador del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca donde curó y organizó exposiciones individuales de artistas como Rembrandt, Toledo, Goya, Picasso, Dalí, Vlady, Leopoldo Méndez, Vicente Rojo, Gabriel Orozco, Picasso, Elisabeth Cattlet, entre otros. Ha curado exposiciones para galerías privadas, museos y espacios universitarios en México, Estados Unidos, Cuba y Sudamérica, entre las que destacan exposiciones de Rembrandt, Goya, Klinger, Ruelas, James Ensor, Francisco Toledo, Demián Flores, Francisco Castro Leñero. De las exposiciones colectivas que ha organizado destacan tres revisiones de las vanguardias artísticas de finales del siglo XIX y principios del XX para el IAGO que incluyen artistas como Monet, Touluse Lautrec, Rodin, Cézanne, Gauguin, Munch, Otto Dix, George Groz, Picasso, Matisse, Ludwig Kirkner, Kollowitz, Ensor, Kubin, Kandinsky, Franz Marc, Miró, entre otros. Ha escrito para más de cincuenta catálogo y libros de arte. Ha colaborado para periódicos y revistas como La Jornada, Revista de laU niversidad, Milenio, El Universal, Letras Libres, Casa del Tiempo, Cambio, entre otras. Ha sido Curador del Complejo Cultural los Pinos, Centro Vlady de la UACM, exposiciones temporales del Museo de Arte Prehispanico Rufino Tamayo. Fue director fundador y escribió el proyecto de La Ceiba Gráfica en Veracruz(2005-2006), fue director del Espacio Escultórico La Telaraña donde realizó exposiciones de escultores como Helen Escobedo, Jorge Yázpik, Hersúa, Adán Paredes, Alejandro Santiago, entre otros. Del maestro Francisco Toledo ha curado las siguientes exposiciones y ha hecho textos para salas y catálogo: Xilografías de Toledo para el IAGO (2001) Toledo y Ensor, en torno a la muerte Fisher Gallery de la USC, los Angeles (2002). Retrospectiva Gráfica de Francisco Toledo: Toledo Múltiple para American University Museum de Washington DC, (2019) Francisco Toledo, Obra Gráfica para el Museo de Arte Contemporáneo de Venezuela; Centro Cultural Mexicano de Costa Rica; Centro Cultural y Pedagógico Simón Patiño; Cochabamba Bolivia, Conjunto Cultural de la Caixa económica Federal Brasilia, Brasil; Instituto de Morerira Salles, Rio de Janeiro, Brasil; Instituto Belo Horizonte, Minas de Gerais, Brasil; Instituto Morerira Salles, Sao Paulo,Brasil; Museo Nacional de Colombia; Museo Nacional de Bellas Artes, Chile; Centro Cultural Borges, Buenos Aires, Argentina; Museo de Artes Visuales de Montevideo, Uruguay. (Estas exposiciones se han llevado a cabo desde el año 2002 y hasta el 2004) Toledo, tres hélices, para la Universidad Autónoma de Nuevo León (2018)Toledo- Monsiváis para el Museo de los Pintores de Oaxaca 2019. Desde el 2020 trabaja como curador, asesor y coordinador del taller Nación Gráfica del Complejo Cultural Los Pinos y desde 2022 Director del Centro Vlady de la Universidad de la Ciudad de México.

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Imagen:
Nueva York desde la Terrazan, 1937/óleo sobre tela/ 51x87cm/Colección FEMSA
©️ D.R. Rufino Tamayo / Herederos / México /2022
/Fundación Olga y Rufino
Tamayo, A.C.

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