Rufino Tamayo quería que el recinto que albergara su colección de arte estuviera dentro del Bosque Chapultepec por su belleza natural e importancia cultural. Para su construcción, el artista convocó a los arquitectos mexicanos Teodoro González de León y Abraham Zabludovsky para que diseñaran el edificio.

El Museo Tamayo inicia una temporada de visitas arquitectónicas con la intención de acercar al público interesado en los aspectos de diseño y construcción del edificio. Durante el recorrido podrás conocer su contexto histórico, su herencia prehispánica, las referencias arquitectónicas en las que está inspirado, su materialidad y demás detalles que lo conforman y lo hacen dialogar con sus propios contenidos, convirtiéndose en uno de los espacios más importantes de la arquitectura contemporánea.

Para la construcción del museo, el gobierno de la ciudad cedió un terreno donde anteriormente se ubicaba el Club de Golf Azteca, y el artista convocó a los arquitectos mexicanos Teodoro González de León y Abraham Zabludovsky para que diseñaran el edificio.

El proyecto comenzó en 1972 y los arquitectos visitaron los mejores museos del mundo para realizar su investigación. El diseño final, inspirado en las estructuras piramidales de las culturas prehispánicas, está conformado por una secuencia de plataformas escalonadas, sin ventanas ni puertas, que giran a cuarenta y cinco grados con relación al patio central. Para su construcción los arquitectos escogieron concreto con mármol triturado, tanto para el exterior como para el interior. El resultado los hizo merecedores, en 1982, del Premio Nacional de Ciencias y Artes en el rubro Bellas Artes.

En 2011, después de más de treinta años de vida, el museo cerró para su remodelación y ampliación. El proyecto corrió a cargo del mismo González de León quien, para ampliar el recinto, se dio a la tarea de prolongar las mismas formas, como el crecimiento de una planta”. El museo se reinauguró en 2012.

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